El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana no cree que se pueda excluir la procedencia del despido «por el hecho de que la trabajadora no fuera maliciosa y nunca antes hubiera sido objeto de sanción».
El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana ha ratificado el despido disciplinario de una encargada de una tienda de Pull & Bear por no supervisar correctamente el cierre de caja del comercio. Durante la falta de control se produjo un descuadre en la caja consistente en que una empleada que se encargó del cierre -sin ser la responsable- contabilizó seis sacas (ingresos en efectivo) en total, pero anotó siete y este hecho fue ratificado posteriormente, con su firma, por la supervisora despedida.
En el comprobante de recogida de Prosegur quedó reflejado que sólo eran seis, de forma que el total del ingreso semanal declarado era de 15.300 euros, cuando debía ser de 18.500 euros.
La sentencia considera proporcional la sanción de despido por haberse incumplido las normas sobre operativa de cierre de caja de la compañía y, «sobre todo, haber ratificado con su firma la existencia del total de sacas, cuando este hecho no se había producido». Además, el tribunal no cree que se pueda excluir la procedencia del despido «por el hecho de que la trabajadora no fuera maliciosa y nunca antes hubiera sido objeto de sanción».
También rechaza como excusa para el incumplimiento que la encargada se viera obligada a trabajar en el turno de tarde en rebajas y por falta de personal no pudiera realizar la supervisión de la caja. Y descarta que se haya vulnerado su derecho a la igualdad o se haya producido un trato discriminatorio respecto a las otras trabajadoras que sólo fueron amonestadas porque la falta de control o supervisión en el cierre de la caja y el falseo de la realidad numérica de las sacas no es una conducta comparable con la del resto de implicadas.